La Pobreza

La pobreza comienza con la humanidad, la justa redistribución de los bienes siempre ha sido un problema. El hombre en su búsqueda de mejorar sus condiciones sociales, culturales y económica ha creado soluciones a sus problemas.

Unas de las posibles soluciones que dio el hombre fue con la Revolución Neolítico, cuando hace unos 10.000 años el hombre aprendió a cultivar la tierra y domesticar los animales, pasando de ser recolector y cazador a agricultor y ganadero. Logrando así establecer las primeras concentraciones urbanas.

Una parte de la sociedad a pesar de los logros obtenidos en estos años de Revolución, quedo en niveles de subsistencia, debido a la carencia de tener la posibilidad de adquirir los productos básicos para las subsistencias.

Para 1798, el clérigo ingles Thomas R Malthus planteo mediante un ensayo sus conclusiones acerca de la constante tendencia observada en la población a crecer por encima de la producción y la capacidad de abastecimiento de alimentos. Esta anomalía, sin un control adecuado absolutamente necesario, siempre arrastraría a la masa humana al hambre, a la enfermedad y a la guerra. La pobreza era para él, en sus consideraciones, un algo inevitable para la mayoría de los seres humanos.

Para la actualidad el término “pobreza” tiene distintos significados. Según Paul Spicker (1999) identifica once posibles formas de interpretar esta palabra: necesidad, estándar de vida, insuficiencia de recursos, carencia de seguridad básica, falta de titularidades, privación múltiple, exclusión, desigualdad, clase, dependencia y padecimiento inaceptable. Todas estas interpretaciones serían mutuamente excluyentes, aunque varias de ellas pueden ser aplicadas a la vez, y algunas pueden no ser aplicables en toda situación.

La pobreza también es definida como la “carencia de los bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades básicas” según la OIL. Este concepto también no es tan sencillo como parece: por un lado, el término “necesidades básicas” es, cuando menos, impreciso; y por otro, la pobreza suele ser relativa, es decir, depende del contexto y se establece en comparación a otras personas o países.

Según Gonzalo García Crespo plantea que existen dos tipos de pobreza, absoluta y relativa. La primera se refiere a la situación del individuo independientemente de la de los demás, y existe cuando este no puede satisfacer sus necesidades físicas: falta de nutrición, vestimenta o vivienda. La segunda indica una situación de carencia en relación a otras personas, y puede darse el caso de que, incluso aunque estén cubiertas las necesidades materiales básicas, no lo estén las inmateriales: en este sentido, un analfabeto o una persona excluida de la participación de la vida social también puede considerarse pobre.

Abarcando todos estos aspectos, una buena definición es la que ofrece el economista Alexander Schubert: “Pobreza significa no tener suficiente para comer, una elevada tasa de mortalidad infantil, una baja esperanza de vida, pocas oportunidades educativas, escaso acceso al agua potable, inadecuado cuidado de la salud, inadecuadas condiciones de vivienda y poca participación en los procesos de toma de decisiones”.

Una manera de medir la pobreza es definir una cesta básica de bienes y servicios, algo así como una cesta de la compra mínima, y establecer su precio. A partir de ahí, comprobando los ingresos de las personas o las familias, puede comprobarse cuántos no tienen dinero para adquirir esa cesta básica. Esos serán los considerados pobres.

Para Venezuela la pobreza es un problema de vieja data, según el autor Omar Arguello en su estudio de Pobreza y Desarrollo. Características Socio-Demográficas de las Familias Pobres en Venezuela, considera que el vital problema de la pobreza es causada por la ausencia de conceder status teórico que permita su abordaje científico.

Unas de las causas sociales de la pobreza es la consecuencia de la aplicación de un modelo económico y social, ejercido y aplicado en un territorio y tiempo determinado, por los diversos agentes económicos y políticos, que producen en la sociedad sectores excluidos de los beneficios totales o parciales del modelo en ejecución. A estos sectores excluidos de tales beneficios los llamamos generalmente pobres o más genéricamente como parte de la pobreza existente.

Las razones por las que tantas personas no pueden satisfacer sus necesidades fundamentales son complejas. Son esencialmente de naturaleza política, económica, estructural y social, reforzadas por la falta de voluntad política y adopción de medidas económicas que surtan resultados.

En el plano individual los seres están limitados por la imposibilidad de acceder a los recursos, al conocimiento o a las ocasiones de disfrutar de un modo de vida decente.

En el plano social, las causas principales son las desigualdades en el reparto de los recursos, de los servicios y del poder. Estas desigualdades a veces están institucionalizadas en forma de tierras, de capital, de infraestructuras, de mercados, de crédito, de enseñanza y de servicios de información o de asesoría. Lo mismo ocurre con los servicios sociales: educación, sanidad, agua potable e higiene pública.

El desempleo representa unos de los problemas más graves que caracterizan la realidad de Venezuela y de América Latina, ya que tiene implicaciones sociales de manera directa en la pobreza, la desnutrición, la deserción escolar, insalubridad, aumento de la delincuencia, exclusión de sectores importantes de la población que ven reducidas sus posibilidades de participar de los beneficios del proceso de desarrollo.

En Venezuela, el desempleo se ha convertido en un fenómeno de magnitud considerable. Para 1975, la tasa de desempleo promedio era del 6.5%, lo que representaba unos 260 mil venezolanos desempleados, mientras que para el cierre del segundo semestre del año 2006 dicha tasa se ubica en 9,5% que representa 1.061.752 venezolanos desocupados, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística.

Por otra parte, la educación en el territorio Venezolano es gratuita y obligatoria a partir del 27 de junio de 1870, mediante el decreto del presidente Antonio Guzmán Blanco. La importancia del este dato es que según la UNESCO existen vínculos claros entre la educación y la reducción de la pobreza. La formación de las personas les permite participar en la economía de mercado formal y no en la informalidad, desprotegidos de los sistemas sociales.

Consideran estos aspectos sociales y educacionales, podemos concluir que el problema de la pobreza en Venezuela viene dado por la forma como se distribuye la riqueza de la nación.

La Seguridad Social como garante de la protección social de todos los ciudadanos en situaciones de riesgo por causas de la vida modernas, logran obtener un nivel de vida base que no permite caer en la denominada pobreza extrema.

Programas sociales como el de Amor Mayor permiten brindar protección a un gran número de personas en condiciones de carencias económicas y con edades avanzadas para el desarrollo profesional de alguna actividad remunerada. He ahí la importancia de la Seguridad Social contra la lucha de la pobreza en Venezuela.